Según
Sureda (2003) dentro del grupo de abajo del aula, existen uno o dos pequeños
revoltosos que alteran el orden, al no permitir que sus compañeros presten
atención, entorpeciendo el trabajo del docente. Lo más importante ante todo es
mantener la disciplina en el aula no sólo requiere del maestro cualidades de su
personalidad, sino que se necesita un buen diagnóstico de los pequeños
agitadores; esto es imprescindible para el éxito de las tareas.
Para
Sureda (2003) los aspectos a tomar en cuenta, son:
·
Cuando
un niño presenta trastornos de conducta, esta dificultad nunca se soluciona por
sí misma.
·
No se
debe de dejar para el tiempo y derive al gabinete, en este caso que la escuela
disponga de él
·
Cite de
inmediatamente a los padres, para resolver los problemas que se presenten, y
así aclarar las reglas de comportamiento dentro del aula.
·
En el
caso de los profesores, se debe de hablar con los superiores para así discutir
las diferentes normativas a las cuales se pueda acoger en caso de que el
problema persista o que no aparente tener una posible solución
Además
Sureda (2003) comenta que dentro de las
actitudes que debe de tomar el docente, se encuentra, el no perder la calma, no
gritar, ya que se debe de asumir una actitud de estar disgustado más no
enojado, use un timbre de voz severo y armónico más no se dirija de manera
exaltada al niño, no se equivoque al señalar de manera apresurada al culpable,
no amenace con cualquier sanción, y no salga corriendo a buscar ayuda, solo en
caso de accidente o fuerza mayor, ya que esto le resta nivel de respeto y
autoridad a sus mandatos.
¿Que
promueve la disciplina en general? Según
Sureda (2003)
·
Desorden
·
Fin de
tranquilidad
·
Se
pierde la clase
·
La
tarea queda incompleta
·
El
docente pierde su estabilidad emocional.
Así
bien Sureda (2003) dice que todos estos
factores ocurren porque la indisciplina es una respuesta momentánea al grupo de
trabajo y un mal día a nivel personal. Hay que recordad que realizar todos los
actos administrativos que el reglamento escolar estable ayuda a formar una
rutina de trabajo en la cual la disciplina no se vea afectada de manera
negativa.
Para
Sureda (2003) dentro de lo que se puede
hacer, está:
Mantenerlo
ocupado realizando tareas extra como por ejemplo: siendo el encargado de tener
un registro general de los grupos de trabajo, dándole un cuaderno para anote
los nombres de los integrantes.
Si es
un niño problemático al estar dentro de un grupo específico, se puede sacar de
este grupo e integrarlo a otro donde su conducta no se fomente como en el anterior.
Además
para cualquiera de los casos, no lo pierda de vista, no deje pasar el tiempo de
la corrección, y tampoco sume más problemas a la conflictiva del niño.
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